La espiritualidad de los petroglifos
Tengo un amor especial por la espiritualidad de la naturaleza. Puedo cantarle al agua, al aire, al viento, al fuego, a la tierra, y meditar en ellos. Amo la naturaleza, aunque en ocasiones sus fuerzas me producen temor.
Reconstruyendo nuestra habitación en Cupey, que nos sirvió de refugio ante la ira de María, recordamos la experiencia con los petroglifos. Como teníamos el original de la “Piedra Escrita” y el de “Atabeira”, los colocamos en el cuarto. “Atabeira” en la pared, en la cabecera de la cama, y la “Piedra Escrita” en la pared del patio.
Nuestro querido amigo Neil nos había conseguido la cama de pilares de sus abuelos, Don Edelmiro Soldevila Pérez y Doña María de los Ángeles Nín Ruíz, sobrina-nieta del patriota Segundo Ruíz Belvis. La cama es de caoba puertorriqueña del 1935, de la Fábrica y Mueblería Dimas, de San Juan.
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