Hacia el porvenir

 

La obra más conflictiva para mí de Ángel en término simbólicos y políticos es un magnífico dibujo de un brazo extendido desde la izquierda y que se titula “Hacia el porvenir”, lápiz y acrílico sobre papel, 31 ½” X 39”, 2010. La obra ya había sido dibujada cuando lo conocí. Ángel, que es poco político, se refiere en su obra y título, y como realista e hiperrealista, a lo que literalmente quiere decir, el brazo izquierdo extendido con el puño apunta al futuro. Eso es todo.  

Puedo dejar el relato ahí pero contrario a Ángel soy bastante político y poco convencional en mi pensamiento. Como el buen arte también es interpretación, simbología, y una forma de ver la realidad, es decir, filosófico y hasta teológico, y como no tengo nada de artista ni de perito en arte, me puedo amparar en mi ignorancia para pedir perdón a aquellos, aquellas y aquelles, que se puedan molestar u ofender con lo que pienso. Así que comienzo pidiendo perdón como el que ama pero no como el que siente que lo que piensa está correcto.

Nunca levanto el brazo izquierdo cuando escucho La Borinqueña colonial o la patriótica-revolucionaria. Siempre me pongo la mano en el corazón, y solo canto la revolucionaria-patriótica. El amor patriótico se expresa a través del sentimiento de nacionalidad que surge en el corazón de aquellos, aquellas y aquelles que lo sienten. La solidaridad de la izquierda con el puño en alto también es afectivo, pero es afecto solidario humano de justicia social, económica y política. Es para toda la humanidad, y es un amor que trasciende la izquierda. Los amores se distinguen y cuando se convierten en uno ya estamos entonces en el misticismo.

 El nacionalismo que mata no es amor patriótico sino amor sado-masoquista de los y las que necesitan matar y someter para sentir que aman. Siempre he resentido cómo desde la izquierda han acusado a Albizu de fascista y cómo se han burlado de su nacionalismo. Ha sido y es una falta de entendimiento del sentimiento de nacionalidad, y de quién fue Albizu.

Sobre los versos de Lola Rodríguez de Tió tengo entendido que los versos que se cantan fueron seleccionados por aquella mujer extraordinaria que fue Piri Fernández de Lewis, que conocí en mis años de estudiante. No me consta, pero si es cierto me alegro que no hubiese escogido versos como: “Mira, ya el cubano libre será…” y más adelante cuando dice “Bellísima Borinquén, a Cuba hay que seguir”. Estos versos reflejan su sentir de que  “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, reciben flores y balas en el mismo corazón”.

 El amor solo sigue al amor ya sea amor nacional, individual, solidario, o el que sea. Ni había que seguir a los mambises ni a la Cuba revolucionaria, aunque querer siempre se quiere, y a base de ese querer se es solidario. La historia de Cuba y Puerto Rico no es la misma ni nunca lo será. Hay tangencias, hay amores pero no somos un mismo corazón. Somos dos corazones que deben amarse. Eso es todo. Es sencillo. El amor que imita o sigue al otro, otra u otre no es auténtico y el que asimila es como el de la tarántula que luego de gozarse al macho se lo come.



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