Tres generaciones Soldevila

La casa de Cupey se construyó en el 1959, el año que nació Neil. La compramos hace 15 años y es un lugar muy importante para nuestra atípica familia. Los muebles del comedor y de la sala son de sus abuelos, tías abuelas y, recientemente, de su mamá. Desde la pared del comedor contemplan el ambiente familiar el abuelo, la mamá y el propio Neil en la pintura de Ángel “Tres generaciones Soldevila”, acrílico sobre lienzo, 66” X 45”, 2013.
Neil se llama, verdaderamente, Cornelius Richard Walsh Soldevila, pues su madre, muy joven, fue a estudiar a Estados Unidos y allí también se casó con un americano. La familia se mudó a Puerto Rico y su padre y, recientemente, su madre están enterrados en nuestro país. Neil es el más viejo en la obra con 41 años mientras que la imagen de su abuelo es de cuando tenía 31 años, y de su madre es a sus19 años.
La obra responde a una petición a Ángel en respuesta al amor y respeto por su madre y abuelo. Siente que su madre le regaló a su abuelo a quien llama Papi, y que éste, a su vez, le regaló su patria, su identidad puertorriqueña.
En Neil abundan rasgos tradicionales católicos y españoles y en ocasiones es muy individualista a lo americano. Gusta mucho de los vinos españoles y nos cuenta que tiene grandes soliloquios con su abuelo y su madre con su copa de vino en mano. La obra la mira como una especie de conducto a través del cual conversa con sus seres queridos, incluyendo a su abuela y padre.
Como Ángel pinta de manera extraordinaria ojos y miradas, nos cuenta Neil que en una ocasión se paseaba arriba y abajo frente al cuadro con su copa de vino en mano. Hablaba en voz alta y de momento se dio cuenta que el abuelo le seguía con su mirada. Se detuvo y le pidió que dejara de seguirlo lo que fue imposible, pues, de hecho, como hemos comprobado, el abuelo te sigue con la mirada siempre que pasamos frente al cuadro.
Hace un tiempo Neil le pidió a Ángel un cuadro de su abuela materna, pues, como ella le decía, él es el “querendón de abuelita”, y Ángel en estos días ha comenzado la obra. Planificamos colocarlo en la sala frente al cuadro de Julia de Burgos.
La casa de Cupey está llena de recuerdos, amor, arte y espíritus.









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