Paisajes

Un domingo a sus 25 años Ángel se encontraba pintando con acuarela la iglesia desde la balsa de las truchas, un pequeño estanque que había en su pueblo, Arcos de las Salinas, provincia de Teruel, en Aragón. Resulta que ese día el pintor valenciano Francisco Gallego y su familia habían venido de excursión desde Valencia, unas dos horas en automóvil.

Francisco Gallego vio la pintura de Ángel, tomó su libreta y escribió en una página su nombre, el nombre de su academia, Academia D’Art Francisco Gallego, días y horarios de clases, y que le otorgaba una beca en los días y horarios que él quisiera. Ángel estuvo cerca de seis años yendo a la Academia una vez por semana. Esto ocurrió antes de ingresar a Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia donde estudiaría su licenciatura y maestría en Producción Artística con especialidad en Práctica Artística.
Son pocas las obras de paisajes de Ángel hoy día contrario a sus inicios y estudios pues su interés era y es, principalmente, la figura humana y el retrato. Tiene varias acuarelas de paisajes de aquellos tiempos en el restaurant-bar de su primo en Valencia, y nos trajimos a Puerto Rico dos hermosos paisajes de su pueblo, óleos sobre tabla, 6” X 8”, pintados antes del 2000 mientras estudiaba en la Academia de Francisco Gallego.
En Puerto Rico ha pintado cuatro paisajes. Temprano una noche caminábamos frente a la playita al comienzo del puente Dos Hermanos y desde allí Ángel retrató el fortín de San Jerónimo, parte de las defensas de San Juan en tiempos de España. De ahí la obra “San Jerónimo de noche”, óleo sobre lienzo, 12” X 36”, 2015.
En un atardecer muy colorido conducíamos hacia la ciudad antigua. Desde la ventana de la guagua Ángel tomó varias fotos y de ahí la obra “Entrada al Viejo San Juan”, óleo sobre lienzo, 24” X 29”, 2015.
Otro día caminábamos por la playa de Isla Verde. Había hojas secas de almendros en la orilla y unas huellas claramente visibles en la arena. De ahí la obra “Huellas en la playa”, óleo sobre lienzo, 30” X 48”, 2015.
Caminamos mucho por la Calle Loíza. Hasta tenemos una gata recogida que, claro, se llama Loíza. Fue también parte de nuestro refugio cuando el desastre del huracán. Así que un buen día Ángel quiso pintarla. La obra es desde la esquina con la Calle Jefferson, “Calle Loíza”, óleo y acrílico con papeles pegados sobre tabla (collage) cubierto con resina, 30” X 30”, 2017.










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