EL ARTE DE PINAZO

  Al principio de la Calle Loíza pintaron un mural de una mujer a todo color y muy tropical que se llama, genialmente, la “Mona Loíza”. Vale la pena verlo, pero en nada se parece a la original que dicen, entre otras cosas, que tiene una sonrisa enigmática, y aunque parece haber consenso entre los expertos que es una pintura de la esposa de un comerciante florentino del Siglo XVI, entre las interpretaciones se incluye que es Da Vinci, que le gustaba de vez en cuando vestirse de mujer, me imagino que falsa, pero divertida. El año pasado apareció la noticia de que una copia de la Mona Lisa del siglo XVII había sido vendida en una subasta de Sotheby’s por unos $656,000. Esta copia, de las muchas que se han hecho, el pintor, que no dicen su nombre, le había introducido dos columnas. Decía también que otra copia se había vendido en Nueva York en el 2019 por más de un millón de dólares.   En el 2017 se hizo una colectiva inspirada en la Mona Lisa, y Ángel la pintó. Pero la colocó...

“ ¿ De dónde llegó mi vida a esta morada, y cuando parta, a dónde está destinada a desaparecer? Sentado bajo la ventana de artemisa de mi cabaña medito estos cuestionamientos en el absoluto silencio de la noche  Busco muchas veces en mi corazón, pero no recibo respuestas. De dónde viene y hacia dónde va mi vida, no lo sé.  Igualmente me es desconocido el aquí y ahora de mi existencia. El mundo es un vacio fluido y ágil, y vivo en la vacuidad en medio del aire, centelleando.  ¿ Será posible saber la sutiliza entre el bien y el mal? Mi destino, lo que me ocurre, forzosamente lo recibo, y con descuidada serenidad, vivo sus consecuencias ”.   En medio de la turbulencia política de las elecciones recibí un video con estas palabras en inglés, que traduje al español. Al ser de la generación de los sesenta lo interpreto como existencialismo espiritual. Se entiende que en el último ciclo de la vida las iglesias se llenen de viejos, viejas, se agudice la búsqued...

La otra obra que salió de esa competencia, originalmente en blanco y negro, fue un hermoso caballo o yegua, no recuedo el sexo ni el nombre – “Pura raza”, óleo sobre lino, 51” X 38”, 2014. Y dije “originalmente” porque desde que comenzaron a ver las obras de Angel, algunos decían que el blanco y negro no gustaba en Puerto Rico, que aquí casi no se pintaba en blanco y negro, y que el trópico es muy colorido. Así que cediendo, quizás equivocadamente, a las críticas, Angel le dio color a la obra mediante una veladura de rojo, amarillo y azul. Pues las veladuras resultaron ser los colores de la bandera colombiana pero en orden distinto y existe una disputa de linaje en el paso fino entre el puertorriqueño y el colombiano. Conflicto aparte a Angel nunca le gustó mucho la idea de las veladuras y, la verdad, en blanco y negro era más bello en nuestra apreciación. Un año antes, en el 2013, Angel había pintado una pelea de gallos. Nunca las he precensiado a pesar de haber vivido unos años cerca...

La relación de Angel con los animales está muy relacionada con el hecho de que fue pastor, de los de verdad, en las montañas de su pueblo en la provincia de Teruel, en Aragón. Me asombran y me divierten sus historias pastoreando así como su relación con gatos, perros, burros, machos (mezcla de burro con yegua), periquitos y, en especial, un buho que crió. Angel tiene una gran capacidad de comunicarse con animales, apaciguarlos y domesticarlos. Ya en Puerto Rico lo llevé a una competencia de paso fino en Ciales. Sabía que “Dulce Sueño” era, como lo describen algunos,”el dínamo genético” de los mejores paso fino puertorriqueños. Nació en el 1932 y hay una foto, ya adulto, muy interesante que Angel reprodujo en blanco y negro, “Dulce Sueño”, Acrílico sobre lienzo, 38” X 51”, 2014. De la competencia en Ciales salió tambien “Paso fino”, Díptico, óleo sobre lienzo, 51” X 36”, 2014. Es también en blanco y negro y recoge de forma impresionante el paso fino con un ginete y caballo tiesos re...